Grasienta realidad.

lunes, 29 de agosto de 2011

Todos esos adolescentes intentado rebelarse que dentro de poco descubrirán que no hay nada contra lo que marchar. Toda esa gente que crea un visión romántica del mundo. Todos esos niños que dentro de poco serán abandonados por sus parejas y pensará que (no) lo merecen. Se sentirán hundidos y pensarán que es el fin del mundo, pero eso no será lo más doloroso. Lo peor será que tendrán que seguir adelante con sus vidas. Que el día a día no habrá cambiado un ápice, que el mundo no para para que ellos puedan llorar. Que su dolor no es épico, ni romántico, ni desgarrador, si no lo más corriente, común y vulgar del mundo. Que su relación no fue especial y única sino una más de tantas, de las que además habrá muchas. Que lo que escriben no es fruto de un genio creador, sino de una pésima calidad literaria, además de patético. Que su vida no es extraordinaria sino banal, los sucesos increíbles en realidad les pasan prácticamente a todos. Nos son cuentos de hadas, no hay caballeros, princesas, monstruos a los que vencer y ser el bueno. Tampoco hay tiranos malvados que te jodan la vida, te la jodes tú solito. Cuando las cosas van mal te gusta al menos tener el consuelo de que es estéticamente correcto, pues olvídalo, tu dolor no le importa a nadie, les es incómodo y molesto de aguantar y ellos, al igual que tú, esperan que se te acabe pronto, pero más bien para no tener que soportarte. Entiéndelo: no es bello, no es harmónico, se han cansado de escucharte. Mientras puedas vive, pero olvídate de que la vida es bella. La vida no es más que lo que haces, y sea lo que sea ya lo habrá hecho alguien antes. No eres original, lo que te pasa ti lleva siglos pasando. Así que o aceptas en tu rutina el adjetivo de vulgar, o te lo meterán por la nariz a la fuerza. Avisado quedas.

1 arañazos:

Sayu dijo...

Si que estas pesimista, aunque no te falta razon.